A tan solo 80 kilómetros de Londres se encuentra la ciudad de Oxford, conocida como “la ciudad de las agujas de ensueño”, expresión que se usa para describir la armonía de la arquitectura gótica de los edificios universitarios de la ciudad.
Probablemente, al pensar en Oxford a todos nos viene a la cabeza la Universidad de Oxford, que es la universidad inglesa más antigua del mundo, y una verdadera atracción local. Pero no solo vale la pena visitar esta localidad por sus colegios universitarios –que son increíbles, y podrían ser considerados una ciudad en sí─, sino también por su centro comercial y por su arquitectura espectacular.
No es difícil saber qué es Oxford. El solo nombre de la ciudad ya nos trae a la mente la universidad, celebérrima y la más vieja de Inglaterra, y las carreras de remeros entre ellos y Cambridge.
Oxford está al lado del Támesis y se tarda apenas una hora y media en llegar desde Londres. Es una ciudad no muy grande, así que en un día la puedes conocer perfectamente.
Además de ser una ciudad universitaria por definición, también fue uno de los principales escenarios de la versión cinematográfica de la saga de Harry Potter. Ya llegaremos a ese punto y visitaremos algunas localizaciones.
La mejor idea para hacernos un concepto global de Oxford es empaparse bien del centro de la ciudad. Ahí es donde están la mayoría de los colleges, iglesias, edificios antiguos dignos de visitar y las zonas de shopping más importantes.
Comenzamos
Primera parada: Christ Church College & Cathedral. Esta universidad se construyó en la Edad Media, y ese estilo hizo que además se convirtiera en –tachán– uno de los escenarios de Harry Potter. El comedor de Hogwarts es en realidad el de esta universidad.Además este sitio sirvió de inspiración a Lewis Carroll para escribir Alicia en el País de las Maravillas. Dice la leyenda que los jardines de esta universidad son los que Carroll intentaba plasmar en su libro.
Desde ahí subimos por St. Aldate’s y llegamos a Cornmarket Street, una calle comercial donde suelen reunirse músicos callejeros, lo que le da bastante ambiente. De ahí pasamos por Broad Street hasta llegar al Balliol College, un colegio universitario del siglo XIII donde estudió el actual alcalde de Londres.
En la misma calle está el edificio Clarendon, donde estaba la imprenta de la universidad. Ahora lo que alberga es la Biblioteca Bodleian, un impresionante edificio con más de 9 millones de volúmenes y que se convierte en visita casi obligada.
Al lado de la Bodleian Library está también el Sheldonian Theatre. Subir hasta lo alto de su cúpula, que se puede, te garantizará unas vistas preciosas de todo Oxford. Las ceremonias de graduación de la universidad justamente se realizan en este teatro.
Por supuesto, esta gigantesca biblioteca con 178 kilómetros de estanterías ha aparecido en la saga de películas de Harry Potter, por si le interesa a los enganchados de la saga.
Tan solo hay que avanzar un poco más y nos encontramos otro edificio histórico: la Radcliffe Camera. Actualmente se utiliza como sala de lectura, antes de la Bodleian era la biblioteca.
Como datos curiosos, J. R. R. Tolkien –en su bendita locura– dijo que este edificio se parecía a uno que solo existía en su imaginación (el templo de Sauron en Númenor, para los más frikis). Y no al revés. La cámara al edificio de su cabeza.
Hora de comer
Sigamos un poco más adelante y a unos diez minutos andando están los preciosos jardines botánicos. Si hace buen tiempo perfectamente podemos aprovechar para comer aquí unos bocadillos o algo. Y si preferís otra cosa ahora hablaremos de restaurantes.Antes de comer podemos visitar aquí cerca el Magdalen College. ¿Que qué tiene de especial aparte de ser otro colegio universitario precioso? Pues su lista de célebres exalumnos liderada nada menos que por Oscar Wilde. Déjate embriagar por la historia.
Vamos a comer que ya es hora. Andamos menos de diez minutos por la High St. y llegamos a The Chequers en el 131. C. S. Lewis, por ejemplo, solía comer aquí. Por fuera no parece gran cosa pero por dentro merece la pena. Y la comida es excelente y a buen precio (unas 8 libras el plato).
Es hora de bajar la comida. Volvemos sobre nuestros pasos hasta Magdalen Bridge y nos dirigimos al embarcadero. Aquí podemos hacer como en Cambridge y dar un paseo en punt. Alquilemos una o contratemos a un punter para que nos dé un paseo por el Cherwell.
Una vez hayamos descansado bien nos toca seguir andando. Lo primero, pasar por el Merton College, otro precioso colegio universitario a cuya biblioteca, que han pisado grandes como Tolkien, T. S. Elliot o el músico Kris Kristofferson, no se puede entrar con tacones para no estropear la madera.
Continuamos andando y pasamos de nuevo por delante de la Christ Church Cathedral para que nuestro camino nos lleve al castillo de Oxford. Sube la colina para ver tanto los restos como las vistas de la ciudad, merecen la pena.
En este lugar además se lleva a cabo una representación llamada Unlocked que cuenta la historia del castillo. Si llevas bien el inglés, quédate a verlo.
Y ya toca descansar y relajarnos. Vamos a cenar a un sitio especial: el Old Parsonage Hotel, donde en su día se alojó Oscar Wilde. Es un sitio con mucha clase y disponen hasta de una pequeña biblioteca.
Para cerrar el día vamos a ir al Eagle & Child, un pub que está un poco más abajo en la misma calle que el hotel Old Parsonage y justo aquí Tolkien se reunía con su club literario. Sí, a Tolkien le gustaba mucho Oxford.
Esto solo es un ejemplo de ruta que podemos seguir, verdaderamente os lo podéis montar de la forma y manera que más os apetezca y visitar todos los college que os gusten, pagando o sin pagar (los hay gratis y de pago, claro).
Llegado el punto podéis perfectamente apuntaros a alguna de las visitas guiadas por la ciudad. Son gratuitas (aunque luego el guía os pedirá propina, que es su modo de ganarse la vida) y merecen la pena.
Tour Guiado Gratis en Oxford
Como ya conté en este articulo acerca de los Tour guiados en Oxford totalmente Gratis, estos tours son una gran experiencia para conocer Oxford de la mano de un guía profesional y gratis, aunque luego el guía pide propinas (vive de eso).Así que no dejéis pasar esta oportunidad si tenéis pensado visitar esta ciudad universitaria.
Mapa del itinerario
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